Coexistencia entre humanos, biosfera y máquinas.
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Al explorar lo que será la coexistencia con la Inteligencia Artificial, nos vemos estimulados a imaginar nuevas formas de convivencia, no solo entre humanos y máquinas, sino también, de manera aún más profunda, con toda la biosfera. Este reajuste de nuestra percepción del mundo nos lleva a pensar una encrucijada práctica donde el antropocentrismo (el hombre como centro de todo) puede dar paso a una visión más integradora y cooperativa.
¿Y por qué nos volveríamos más abiertos, integradores y cooperativos con otros y con la naturaleza, si hasta ahora no lo hicimos? Por necesidad, el gran motor del homo sapiens. Necesidad y deseo. En la economía del conocimiento actual, aspectos como el sentido, la creación, los retos, la pertenencia, la identidad y el orgullo son fundamentales (D. Ariely). El consenso científico nos lleva a pensar que es muy probable que la IA impacte de forma radical en todos estos aspectos. Pensemos en nuestro trabajo y por un momento permitamos la idea de no tenerlo, una idea imaginaria donde nuestro trabajo sea algo tan obsoleto como enviar una carta en vez de un mail. O mejor dicho, una paloma mensajera en vez de un inbox. El trabajo es una actividad que influye en nuestra salud mental y física, bienestar emocional, desarrollo personal y sentido de identidad. Sin trabajo, y sin una inteligencia competitiva, tendríamos una gran necesidad para resolver. Imaginemos entonces que hay muchas chances de que esto pase.
Pero ya hablaremos de este tema en próximas publicaciones, ahora me interesa reflexionar sobre esta posibilidad de pensar (para poder crear) un modelo de existencia más comprensivo y sostenible. ¿Será que la respuesta está en nuestra capacidad de adoptar una mentalidad que reconozca la interdependencia de todas las formas de vida y sistemas? Pensemos.
La reconfiguración del antropocentrismo nos llevaría a una expansión de nuestra ética. Hay algo más inteligente que nosotros y eso nos ubica en otro lugar completamente diferente. Tradicionalmente centrada en los humanos, nuestra moralidad deberá abarcar el bienestar de la inteligencia artificial y, por eficiencia y necesidad, de la naturaleza. ¿Bienestar de la inteligencia artificial? Eso mismo, cada algoritmo que creamos, cada máquina que ponemos en funcionamiento, lleva y llevará consigo una responsabilidad: la de ser conscientes de su impacto en el mundo y actuar en consecuencia. Esto significa que tendremos que diseñar tecnologías que no solo sean eficientes y efectivas sino también respetuosas con la vida en todas sus manifestaciones.
¿Pero hoy qué está pasando con la reconfiguración del antropocentrismo? Nos está llevando a una era de colaboración sin precedentes, donde la sinergia entre inteligencia humana y artificial puede desbloquear nuevas posibilidades para resolver los problemas más urgentes de nuestros tiempos. Desde la crisis climática hasta la conservación de la biodiversidad, la inteligencia artificial ofrece herramientas poderosas que, si se utilizan sabiamente, pueden ayudarnos a navegar hacia un futuro más prometedor. No te pido que creas que esto va a pasar, simplemente te pido que evalúes si es factible o no que suceda.
Por que si sucede, para que esta transición sea exitosa, se requiere un cambio profundo en nuestro pensamiento y acciones. No basta con innovar; tenemos que reflexionar profundamente sobre el propósito y las consecuencias de nuestras creaciones. Cuando logremos hacerlo, vamos a poder asegurar que la irrupción de la inteligencia artificial sea un catalizador para el bien, ampliando nuestra comprensión del mundo y fortaleciendo nuestra relación con él.
No te olvides que detrás tendremos una necesidad corriendo para alcanzar y voltear los grandes y necesarios pilares que dan forma a nuestra existencia actual.
Por eso, a medida que avanzamos en este viaje exploratorio, cada uno de nosotros tiene un papel que jugar. Estamos invitados a ser curiosos, a ser críticos, a ser creativos, pero sobre todo, a ser compasivos. Al proteger nuestra interconexión con todo lo existente, podemos trascender las limitaciones del antropocentrismo y abrazar una visión del mundo que valora y cuida toda forma de vida y conciencia. En este viaje, la pregunta "¿Para qué existimos?" se transforma en "¿Cómo podemos coexistir mejor?", guiándonos hacia un futuro definido no por la supremacía de una especie, sino por la armonía de todas.
Sumate a la investigación que estamos realizando un grupo de investigadores, científicos, historiadores, escritores y tecnólogos. No hace falta ningún conocimiento previo. Quiero Colaborar!
Nicolás Ferrario
Talk2U & National Geographic Explorer